Anpier (La Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica) reclama un mayor control administrativo ante el crecimiento especulativo de macro instalaciones fotovoltaicas en España. Muchas veces, estos proyectos están impulsados por fondos de inversión extranjeros que pretenden monopolizar la producción de la energía y el control del sector.

Por eso, Anpier urge a las administraciones a tomar medidas para evitar que se conviertan en un modelo a seguir. El objetivo es promover un sistema de instalaciones más equilibrada y mejor distribuidas por el territorio. Así, se consigue la mejora de la economía local y afrontar el reto demográfico

Los macroparques fotovoltaicos deben ser la excepción no el ejemplo

En España hay aproximadamente un centenar de grandes instalaciones fotovoltaicas:

41 instalaciones son de 10-52MW
52 instalaciones son de 50-100MW
6 macroinstalaciones que generan más de 100MW

Una tendencia que, como señalan en Anpier, es una “exageración” respecto a las necesidades del país.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establece el objetivo de incorporar 26.134MW de origen fotovoltaico entre 2021 y 2030. Actualmente, la potencia que generarían los proyectos solicitados es de más de 96.000MW, casi el cuádruple de lo previsto por el gobierno.

Un ejemplo para seguir en este ámbito es Europa, donde las licencias para parques fotovoltaicos se reparten de manera más equilibrada entre pequeños y medianos. De este modo, se genera un menor impacto y se fomenta la economía y diversificación en zonas rurales.

Sin embargo, España cuenta con la macroplanta fotovoltaica más grande de Europa, que genera 500MW, el doble de la que la sigue en Francia. También, aloja tres plantas en construcción que generarán más MW que ninguna de Europa, con 500MW, 300MW y 300W, respectivamente.

El objetivo es evitar la “fotoespeculación”

El modelo de macroplanta español promueve el monopolio y la especulación con la energía fotovoltaica. Como señala el presidente de Anpier Miguel Ángel Martinez-Aroca “los españoles pagaremos la energía a empresas extranjeras que ofrecen suministro de nuestro propio sol y en nuestro propio territorio”.

Además, los parques de gran tamaño son menos eficientes. Han de cargar en la energía que producen el coste del transporte de la energía desde un punto más alejado del consumidor. En este sentido, promover más parques más pequeños y distribuidos estratégicamente es más beneficioso para el consumidor.

Estamos en un momento clave para decidir el futuro de nuestro sistema energético. Las administraciones deben tomar medidas urgentes y establecer reglamentos para asentar las bases de un sistema equilibrado y que no caiga en manos de grandes especuladores.

Fuente: Anpier