Con las vistas puestas en el verano y el buen tiempo, llega el momento de tomar decisiones importantes. El lugar de vacaciones, el hotel y el vuelo son elementos que tenemos muy presentes en esas fechas, pero como todo lo bueno, se acaba.
Sin embargo, donde seguro que vamos a pasar más tiempo es en nuestra casa. Las tardes sofocantes y las noches sin dormir por el calor, por desgracia, no se acaban. Por eso y para remediarlo, una de las decisiones más importantes que puedes tomar es instalar un aire acondicionado.
Cuando pensamos en instalar un aire acondicionado, una de las grandes dudas que nos surgen es el consumo energético y cómo va a repercutir en nuestra factura.
La entrada en vigor del nuevo etiquetado energético todavía no contempla este tipo de aparatos y por eso es importante que aprendamos a calcular el consumo energético con una sencilla fórmula.
Existen factores externos que influyen en el consumo y que debemos tener en cuenta:
El precio del kWh, que depende de la hora del día y del contrato que tengamos con la empresa suministradora de electricidad.
El día del año y la orientación del domicilio, que influyen en las horas de sol que inciden sobre la vivienda.
Nuestro estilo de vida y las horas que pasemos en casa con el aire encendido.
Por último, el nivel de aislamiento y tamaño de la habitación o estancias que queramos climatizar.
Calcular el consumo eléctrico del aire acondicionado
El primer paso para realizar este sencillo cálculo es averiguar la potencia del aire que hemos o vamos a adquirir. Normalmente viene inscrito en una placa en la zona trasera junto con toda la información técnica. Se muestra en kW.
El segundo paso es calcular el número de horas que vamos o tenemos el aire encendido. Así sabremos el número de kW consumidos totales.
El tercer y último paso es conocer el precio de la electricidad. Normalmente se expresa en kW por horas.
El consumo eléctrico del aire = potencia del equipo x tiempo de uso en horas x precio del kWh.
Un último dato para tener presente: el SEER
El SEER es el factor que indica la eficiencia energética del aire acondicionado enfriando. Tener un SEER elevado significa que producirá más frío consumiendo la misma potencia que otro con un SEER más reducido.
Los equipos inverter y con compresores de última generación son capaces de reducir el consumo hasta un 50% y ser más eficaces que los antiguos.
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