La UE actualiza el etiquetado energético de fuentes de iluminación para adaptarlo a los nuevos modelos de eficiencia y consumo eléctrico.

Desde el 1 de septiembre, está en vigor la nueva normativa europea que impulsa la descatalogación de lámparas convencionales (principalmente compactas integradas y algunas halógenas) y prohíbe la fabricación. Esta medida también incluye un nuevo etiquetado que pretende simplificar y digitalizar información sobre estos productos.

La recién estrenada Etiqueta de Eficiencia Energética (EEE), que ya tuvo su repercusión con la entrada en vigor en marzo para los fabricantes de electrodomésticos, ahora se extiende para lámparas y bombillas.

Según datos del Informe Sintético de Indicadores de Eficiencia Energética en España de 2020 del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), elaborado con datos del año 2018, el 11,75% del consumo eléctrico de los hogares se destina a iluminación, por lo que las decisiones de eficiencia energética del usuario en este ámbito suponen un importante ahorro en su factura (El Mundo 2/9).

Con la nueva factura de la luz, esto cobra especial relevancia.

Además, con la irrupción de las tecnologías LED, que pasaron del 0% de lámparas vendidas en el en la UE durante el 2008, a el 22% en 2015; sumado a que su eficiencia se ha cuadriplicado en el mismo periodo y el precio ha descendido significativamente, el nuevo etiquetado responde a la necesidad de adaptarse al mercado.

¿Cómo son las nuevas etiquetas?

Siguiendo el modelo del etiquetado de electrodomésticos, se eliminan las clases A+, A++ y A+++ y se establece una escala de la A a la G, donde la A es la máxima calificación de eficiencia energética y la G la mínima.

En los últimos años, la nota A+++ se había saturado de productos debido al desarrollo tecnológico y las formas de medir antiguas. Por eso, en esta reclasificación, las bombillas más eficientes hasta la fecha pasarán a ser de clases inferiores, dejando espacio a nuevos productos más innovadores e incentive la investigación.

En las nuevas etiquetas se incluye un código QR que redirige a la base de datos EPREL (European Product Database for Energy Labelling). Aquí, el usuario podrá consultar todas las especificaciones y características técnicas de la lámpara o bombilla en concreto.

Ahora, los fabricantes disponen de 14 días donde las dos etiquetas, nueva y antigua, convivirán. A partir del 15 de septiembre hasta mayo de 2022, solo podrán lucirla productos descontinuados.