AFME junto a otras 22 organizaciones está impulsando el Macroproyecto tractor para la rehabilitación de las instalaciones en edificios.
El objetivo es que la administración utilice los fondos europeos Next Generation para renovar instalaciones técnicas de edificios, viviendas e industriales. A parte de impulsar la economía, servirán para activar la transición energética, la digitalización y la sostenibilidad del país.
Una de las líneas de trabajo para llevar a cabo esta transformación es la necesidad de adaptar las instalaciones a nuevas exigencias del mercado laboral que han surgido de la pandemia, como el hotdesking y el teletrabajo.
Pese a que antes del Covid-19 el porcentaje de teletrabajadores en España era del 5%, con la irrupción del virus muchas personas y empresas se han visto obligadas a adoptar esta modalidad de trabajo a distancia.
Puede que con la vuelta a la “normalidad” algunos no les queden más remedio que retornar a su puesto y manera laboral habitual. Pero para otras, se abre un abanico de posibilidades mixtas que conllevan cambios tanto en las oficinas como sus casas.
Por ejemplo, será necesario adaptar las viviendas a la conectividad, optimizar la carga de corriente eléctrica, mejorar las redes digitales o modernizar las interfaces de control para estos dispositivos.
Del teletrabajo se derivan otras modalidades de oficina que impulsan puestos de trabajo compartidos. Gracias a las nuevas tecnologías, cualquier empleado puede realizar la misma tarea independientemente de donde esté sentado.
Para ello, se requerirá instalaciones de red mejoradas, accesorios adicionales como pantallas y teléfonos y nuevos cableados.
AFME calcula que habrá que adaptar unas 600.000 viviendas y que supondrá un impacto económico de 420 millones de € desde 2021 hasta 2026.
Respecto a las oficinas y el hotdesking, serán unas 125.000 las que requerirán actualizaciones, lo que supondrá un impacto económico de 68 millones de € en el mismo período.
Como consecuencia de esta inversión se prevé que fabricantes, distribuidores e instaladores se vean beneficiados con el incremento de la actividad comercial.
Desde el punto de vista energético, se generará una demanda de equipos eficientes y que a su vez tengan cabida en domicilios y sean manejables por usuarios no profesionales.
Fuente: AFME
0 comentarios